
Bueno sin más que decir vayamos al grano.
La isla de las Flores se trata de un documental, de 13 minutos, realizado por Jorge Furtado el cual nos narra la "cadena de vida" por decirlo de alguna manera, que presenta un tomate (en un lugar de Brasil) cultivado por un ser humano, ( en este caso un Japonés concretamente, llamado Suzuki), y el cual acaba el un vertedero llamado Isla de las Flores.
Dentro de esta cadena, nos muestra la realidad en todas sus formas, la sociedad y el dinero en su conjunto pero de una forma sarcástica, y formando grupos de relaciones como si de una pirámide informativa se tratase.
Es curioso el recorrido que realiza el tomate, que al igual que otros productos se traspasan a cambio de dinero, desde la producción primaria, el mercado y hasta los hogares, pero en este caso el recorrido es más interesante, debido a su estado. Pues al estar en mal estado y tratarse de un alimento, generalmente no es apto para el consumo en personas. O por lo menos eso es lo que se entiende cuando en el mercado un alimento incluso caduca. Pero la realidad parece ser llegar más allá. Durante el corto, la cadena continua, y el tomate en mal estado es tirado a la basura, basura que recogerán los servicios de limpieza para llevarlos al vertedero local.
Y aquí es donde nos encontramos con la realidad. El lugar, bautizado como Isla de las Flores, es en sí el vertedero, un lugar que nada tiene que ver con su nombre de cuentos de hadas, pues es en sí un vertedero en su mayor proporción. A el van a parar todos los residuos sólidos, líquidos y materia orgánica. Esta última puede ser aprovechada, lo que nos lleva a pensar en diversas formas para su aprovechamiento (abonos, biomasa para calderas....o incluso alimentos para animales tales como cerdos). Estos serían los últimos pasos que la materia orgánica llevaría a cabo.
Pero en Isla de las Flores, esta realidad es cruda. Aquí viven seres humanos, pues tienen el tele encéfalo desarrollado y el pulgar oponible como la descripción en sí habla de nosotros, que de serlos no lo parecerían según las condiciones en las que se encuentran. Ellos son el último paso en este lugar en cuanto a la cadena alimenticia explicada. Y se preguntarán ¿como puede competir los animales contra seres humanos en este último eslabón?, (un eslabón al que se le unen bacterias y gusanos). Pues tan fácil como que detrás de esos animales se encuentran otros seres humanos que los diferencian de los anteriores por su estatus socioeconómico. Todavía un aspecto más negativo es que esta competencia no se refleja, pues para este grupo de seres humanos desfavorecidos solo quedan los restos que estos animales han dejado.
Por ello este grupo de seres humanos no reunen todos los aspectos y derechos que un ser humano como tal requiere. Pues como personas le faltan lo mas importante, "la libertad". Una libertad que en esta sociedad actual se paga con el dinero, una sociedad desadaptada y con una visión errónea que tiende a ver como el dinero lo es todo...
Ante esto la sociedad ha de formarse con ciudadanos con nuevos valores en las que el dinero no prime y pase a segundo lugar, sin duda alguna sería una gran tarea tanto educativa, política como social.
Con las palabras de William Winter termino esta crítica:
"La ambición tiene solo una recompensa, un poco de poder y un poco de fama, una tumba para descansar y un nombre olvidado para simepre".
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